viernes, 5 de febrero de 2010

Una historia de colegio

Yo veía de lejos a Andreína y me parecía fea. La falda del colegio que usaba era de las que tienen los tachones finitos, y no gruesos como la mía. Además la usaba muy larga, y con las medias demasiado estiradas hasta arriba. Pero lo peor de todo era su uniceja y su mata de coco. Sobre todo su mata de coco. Coño, ya nadie usa mata de coco en primer grado, pensaba yo, la mata de coco es cosa del preescolar.


Pero aun así, hubo algo que me hizo acercarme, y resultó ser demasiado pana. Tan pana, que después hasta le pedí a mi mamá que me comprara una falda como la de ella. Menos mal que mi mamá no me hizo caso, y menos mal que yo me acerqué a esa niña. Fueron unos recreos finísimos, aunque después Andreína se fue del colegio.

4 comentarios:

  1. Cómo es eso de una mata de coco?

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  2. Jajaja, coño, la colita es que le hacen a las niñitas en la parte de arriba de la cabeza, y queda omo un moñito todo loco.

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  3. Moraleja: no te fies de las apariencias.

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