martes, 7 de julio de 2009

Perdida

Hay días, o semanas, o partes de la vida, en las que uno se siente como vagando sin rumbo.

Cumples la rutina, haces lo que tienes que hacer, pero nada tiene como mucho sentido.

Y no es que estés triste ni deprimido, de hecho te sientes bien y hasta feliz, pero estás como en neutro, en automático, en un nosequé ahí raro.

Quiero que se me pase. Quiero emocionarme horrores por algo, o arrecharme; no sé.

De repente son las hormonas femeninas pre-regla.

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