Al principio no lo vi así. Al principio sólo te resentía por lo mal que me trataste, por lo mucho que me impediste ser yo. Me parecías lo peor de mi vida. Sólo me inspirabas es más profundo arrepentimiento por haber estado contigo.
Pero el otro día me di cuenta de que no fue en vano. Gracias a ti aprendí lo que no quiero, lo que no debo tolerar de nadie. Gracias ti me di cuenta de con qué tipo de persona merezco estar, que no es como tú, sino como él.
Así que al fin y al cabo, esas cosas que dicen las viejas, y los Monty Python, como que son verdad.
Todas la experiencias de la vida tienen un lado bueno, y hay que aprovecharlo.
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