Hay días, o semanas, o partes de la vida, en las que uno se siente como vagando sin rumbo.
Cumples la rutina, haces lo que tienes que hacer, pero nada tiene como mucho sentido.
Y no es que estés triste ni deprimido, de hecho te sientes bien y hasta feliz, pero estás como en neutro, en automático, en un nosequé ahí raro.
Quiero que se me pase. Quiero emocionarme horrores por algo, o arrecharme; no sé.
De repente son las hormonas femeninas pre-regla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario