Así como los japoneses que descubrieron que hay que oler limones para ponerse de buen humor, yo creo que tengo otra técnica.
Decir tonterías, chistes de primaria y palabras sueltas. Inténtelo. A mí sin falta al menos una risa se me escapa, y después de reírse, generalmente las cosas siempre van mejorando durante el resto del día.
Ejemplo:
- En una situación que no tenga nada que ver, párense y digan "culo". Así, como si nada.
Es tontísimo, pero no importa, es mi teoría, jeje.
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