Hay días asquerosos en los que te levantas y luego te pones de mal humor, y no recuerdas por qué, pero estás histérica y todo el mundo te parece imbécil y ya.
En esos días así te molesta tanto todo que no puedes ponerte cómoda ni en el mejor mueble de tu casa y te empiezan a doler todos lo músculos como si tuvieras gripe porque te vas poniendo tensa como una loca y no sabes qué coño pasa.
Y tienes que llevar el vestido que te prestaron para el matrimonio de la morocha a la tintorería pero primero tienes que sacarle el ruedo, pero no quieres porque todo es una mierda. Y no se te ocurre nada divertido que hacer porque estás tan obsesionada con que estás malcriadita sin saber por qué, que no hay nada divertido en tu cabeza.
Y entonces necesitas gritarle a todo el mundo porque todos son unos ridículos y no hacen más que joder, pero sabes que eso no es verdad y por eso no les gritas, pero entonces no te sientes mejor y la hamburguesa que te comiste no estaba tan buena y quieres un vaso de agua y no encuentras nada que ponerte porque de repente todo lo que hay en tu clóset es absolutamente horrible.
Y entonces agarras y te pones la faldita verde que no te has estrenado pero te ves en el espejo y te queda horrible y no entiendes por qué te la compraste y terminas usando ropa medio anchita porque aparentemente amaneciste más gorda que de costumbre así que decides que es el momento de hacer dieta y ejercicio, pero como tienes un ataque de ansiedad necesitas comerte algo que seguro no es dietétido y suena el teléfono y es una señora que dice que hay venta de carteras este fin de semana, pero tú no tienes plata porque estás desempleada y Jorge Drexler y Sabina & Serrat vienen a Caracas y no los vas a poder ver porque no tienes dinero.
Entonces tu mamá te llama y vas a ver por qué y resulta que en la televisión hay un lorito desquiciado cantando en inglés y relees esta entrada y no te gusta pero la publicas igual. Chao.
No hay comentarios:
Publicar un comentario