En la vida hay cosas chiquitas: gestos que tiene la gente, experiencias simples, conversaciones cortas, y cosas así.
Y a veces esas cosas chiquitas, que pueden parecer equis en la vida, son las que te hacen el día, y son las que recuerdas por mucho tiempo, y son las que te hacen ponerte feliz.
Por ejemplo, que Blopa haga una listica toda ordenada de las cosas de Totombo, que mi papá me regale una bolsita de jelly beans, que Juan Aurelio me haga un dibujo de una sirena, cuando él solo dibuja súper héroes y cosas por el estilo, que Salvatore me regale su Breakfast at Tiffany's, que Anís me traiga una palestina a cuadros, que Keyla me regale un gel antibacterial para las manos cuando está todo el cuento de la gripe loca, que mi mamá me haya hecho un cintillito con flores, porque ese día me sacaron la sangre, que Claudia y Fede se acuerden de mí porque tembló y vivo en los Palos Grandes, que Cate me avise para aplicar a un bazar con Totombo, y otro poco de cosas finísimas que puede hacer o decir la gente que es bien fina.
Son cosas que, para cualquier persona, pueden ser tan insignificantes... Pero que para uno, sabiendo todo el trasfondo, la intención y un poco de detalles, son simplemente excelentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario