domingo, 10 de mayo de 2009

Fumadores

A los fumadores, en general, no es que los ame, pero puedo convivr con ellos. Lo que pasa es que hay vainas que me sacan de quicio, y no sé si es que las hacen a propósito, o si es que en su burbujita fumadora llena de humo no se dan cuenta de que lo están haciendo. Por ejemplo: 
  1. Fumarle a la gente encima, deliberadamente, o que simplemente no les importe que alguien que no quiere tragar su humo lo tenga que hacer.
  2. Que hablen de fumar, de cuál cigarro les gusta y cuál no, de los que se lian, de sus historias cuando fuman, y de cómo les gusta fumar. Coño, de pinga, pero no te fajes a hablar de eso cuando estás compartiendo con alguien que no fuma. Es como un tipo en el medio de una coversación entre 2 mujeres que hablan de pintura de uñas; ¿cómo se va a sentir? Excluido y aburrido, como mínimo.
En fin, no me gusta el humo, no me gusta el olor, no me gusta nada relacionado con fumar. Aún así, puedo respetar que la gente fume, total que no es mi problema. Lo que sí, es que hay como límites que no deberían cruzarse. Ténganlo en cuenta, no sé.

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