martes, 7 de abril de 2009

Odisea y malabares

Todo comienza cuando aguantaste todo lo que pudiste, porque odias los baños públicos, pero ya no puedes más, te vas a hacer encima, así que no te queda opción. Ya con asco, abres la puerta del baño y te encuentras con una cola de mujeres en la misma situación que tú. Las más ordinarias, ya con la correa suelta, y el botón de jean desabotonado (eugh). Las que hacen eso, además, siempre son horrendas y te miran extraño, así como para hacer la situación más incómoda.

También hay una señora cambiándole el pañal a una niña demasiado grande como para seguirlos usando, y otra que lleva al baño a su hijO de 12 años; pero como la doña no quiere que le secuestren a su muchacho, lo lleva al baño de mujeres para que haga acompañado.

Cuando finalmente logras entrar a un cubículo, te encuentras con que la persona que estaba allí antes que tú, no consideró para nada importante bajar la palanca. Adicionalmente, dejó todo salpicado. Dices: qué carajo, esto es rápido; hago equilibrio y ya. 

Miras a tu alrededor para ver si hay gancho para guindar la cartera. No hay. Intentas ponerla sobre la cajita donde va el papel (que tampoco hay - papel, no cajita -), pero pesa 3 toneladas, y es demasiado grande, así que no la puedes poner ahí. La guindas estratégicamente de tu hombro, y la apoyas de tu espalda; porque en el piso, ni de vaina.

Ese día llevas puesta una falda, así que debes aguantarla con la mano del brazo con el que sostienes la cartera, porque con la otra mano estás manteniendo cerrada la puerta (con la menor cantidad de contacto posible que puedas tener con la misma, porque SABES que está muy muy sucia), que no tiene seguro, que se abre sola, y que a pesar de que hay una cola afuera, la gente siempre empuja "para chequear".

Así, asumes una posición que lleva años de práctica: mano derecha, en la puerta; izquierda, aguanta la falda y el bolso; piernas, a la distancia exacta para que todo caiga adentro, pero sin que tu panty toque la taza, porque ni de vaina te vuelves a poner eso si toca la taza de la poceta (sí, dije poceta), pero tampoco vas a andar china el resto del día.

Finalmente lo logras. Tuviste suerte y todo salió hacia donde apuntaste (sí, porque eso no es como el aparatico práctico de los chicos; el chorrito no siempre sale hacia donde uno apunta); pero llega el momento de limpiarse. Como dije, no hay papel, así que pasas a aguantar tu falda con la axila (¿cómo? no sabes, pero lo logras), y en un solo movimiento deslizas la cartera por tu brazo. Luego aguantas la puerta con la cabeza, mientras registras todo el contenido de la cartera con la otra mano (yo sé que metí un paquete de cleenex, ¿dónde está?). Pintura de uñas, monedero, estuche de maquillaje, estuche de lentes de ver, estuche de lentes de sol, llaves, pastillas para el dolor de cabeza, crema para las manos, celular, iPod, audífonos... FUCK... Cleenex.

Te rindes y dejas de aguantar la puerta con la cabeza mientras te limpias, y justo en ese momento, alguien empuja la puerta y ésta te pega en la cabeza, que todavía estaba cerca. Gritas: OCUPADO, COÑO, mientras intentas no caerte. 

Con dolor de cabeza e histérica, terminas de subirte las pantaleticas, enderezas la falda y la camisa, pones la cartera en tu hombro, y bajas la palanca con el pie. Empujas la puerta con alguna parte de tu cuerpo cubierta por ropa o con un cleenex de por medio, y sales. La cola de mujeres está instaladísima frente a los lava manos. Pides permiso. Te echas un chorrito de jabón líquido y cuando pisas el botón del lava manos, no sale agua. Pisas el del otro, y el del otro. Los tres están dañados.

¿Qué hacer con el pocito de jabón en la palma de mi mano? No hay papel en el dispensador, y el secador de manos no puede hacer nada por ti. Sacas otro cleenex con tu mano libre, te quitas el pegostico y sales.

¿Por qué te tardaste tanto? Te dicen.

Y tú te quedas de mal humor.

5 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Dudo que leas este comentario tan tardío en tu blog, pero el chorrito masculino tampoco sale siempre hacia donde uno lo apunta... Depende de la genética y otros factores aleatorios...

    Tu blog es excelente... Me he divertido bastante :)

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  3. :D ¡Qué finoooooo, graciaaaaas! Bueno, con lo de los chicos, ok, de repente nunca sale el chorrito perfecto, pero al menos es un implemento más práctico para situaciones similares, jajajajajajaj

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  4. Te recomendé en Twitter... Deberías unirte y compartir todos tus pensamientos.

    Me encantaría poder leerte más. Confieso que acabo de leerme tu blog entero. Me fascina tu manera tan sincera de escribir :)

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  5. De verdad que muchísimas gracias. Me encanta que te encante. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!!

    Un besote

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